Cuando hacemos parte del entorno de nuestros niños siempre estamos en busca de que su desarrollo sea el adecuado. Sin embargo, para esto se deben tener presentes dos factores: El ritmo individual y las alertas en el desarrollo.
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Situaciones de riesgo que afectan el desarrollo de los niños
Entender que cada niño se desarrolla de manera diferente es importante para no equivocarnos en la identificación de estas alertas. El ritmo en el que se da su desarrollo depende de muchos factores: salud, personalidad, temperamento y experiencias de vida. De ahí la importancia de no “homogeneizar” los logros que van alcanzando según su edad.
Por su parte, cuando hablamos de alertas en el desarrollo hacemos referencia a los signos que indican que algo no se está dando de manera normal en el desarrollo según la edad. Es importante saber que estas manifestaciones a veces no son signos de una discapacidad, sino que pueden ser temporales debido a factores como el temperamento o experiencias vividas.
¿Cómo saber si el niño o la niña tiene alguna dificultad en su desarrollo?
Para identificar rezagos se deben tener en cuenta todas las áreas de desarrollo y los hitos que deben ir alcanzando según la edad. Es importante mencionar entonces cuáles son esas áreas y las posibles alertas que se pueden evidenciar según el curso de vida de cada niño.
- Desarrollo comunicativo: en esta dimensión el niño tiene la capacidad de comprender y utilizar el lenguaje. Establece relaciones para satisfacer necesidades, formar vínculos afectivos, expresar emociones y sentimientos. Algunas de las alertas que se pueden presentar en esta área son:
- Ausencia de balbuceos o gorjeos
- Tarda en hablar y enriquecer su vocabulario
- Le cuesta seguir instrucciones
- Con frecuencia repite todo lo que el otro dice
- Se pierde en las conversaciones
- Desarrollo motor: esta dimensión se refiere a la capacidad de control que tiene para mantener el cuerpo en equilibrio. Se divide en desarrollo motor grueso y fino. Algunas alertas que se pueden presentar en esta área son:
- Dificultad para sostener la cabeza con firmeza
- Aumento o debilidad del tono muscular
- Ausencia de respuestas motrices
- No caminar
- Dificultad para subir y bajar escaleras
- Desarrollo cognitivo: esta dimensión implica muchos factores como el pensamiento, la capacidad de razonar, la resolución de problemas, la atención, etc. Algunas alertas en el desarrollo de esta área son:
- Dificultades para la fijación de la vista
- Dificultad para comprender preguntas
- Poco interés en la exploración de objetos, personas, espacios y la interacción con ellas mismas.
- Ausencia de reflejos
- Desarrollo socio afectivo: en esta dimensión los niños adquieren capacidades sociales. Incluye procesos de autocuidado, dependencia e independencia, expresión de sentimientos, emociones y aprendizaje. Además, adquiere pautas de comportamiento con el fin de alcanzar su adaptación al Algunas alertas de desarrollo en esta área pueden ser:
- Cambia de estado de ánimo de repente sin tener alguna causa
- Tiene baja tolerancia a la frustración
- Parece hipersensible al ruido
- Ausencia de llanto
- Ignora a otros niños
- Dificultad para expresar variedad de emociones
Es importante aclarar que estas alertas que se mencionan sólo son una guía y no quiere decir que sean una regla general para la identificación de las mismas.
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Escala Abreviada del Desarrollo
Es importante que si evidencias alguna alerta en el desarrollo de tu hijo o hija busques ayuda especializada que te oriente en las acciones que se deben tomar. Puedes acudir a un pediatra o al sector de la salud. Sin embargo, hay entidades que se encargan de prestar servicios relacionados.
En Los Álamos, tenemos diferentes programas y servicios que permiten realizar una evaluación de los diferentes espectros en el desarrollo del ser humano. Entre ellos están las evaluaciones del desarrollo.
Es una evaluación interdisciplinaria que se realiza a los niños y se centra en determinar su proceso de desarrollo y alertas tempranas que permitan realizar intervenciones eficaces. Esto con el fin de prevenir afectaciones grandes en su funcionalidad, entrenar a los padres en estrategias de estimulación e intervención temprana.
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